Entender la inversión no es complicado. Podemos aprender toda la teoría necesaria y familiarizarnos con toda clase de términos, incluso ser auténticos genios de las matemáticas. El problema de la inversión es el dinero, pues cuando invertimos nuestro propio dinero, la inversión deja de ser algo matemático para convertirse en algo emocional, y son las decisiones que tomamos en base a nuestras emociones las que nos pueden llegar a jugar malas pasadas entre otros puntos que explicamos a continuación.
Después de la crisis, la SEC encargó un estudio sobre los patrones de comportamiento de los inversores, donde básicamente se muestran los errores más comunes de los inversores minoristas, particulares o individuales.
1. Vender los valores ganadores y quedarse con los perdedores.
Es de sentido común, pues recogemos las ganancias en los valores que han tenido un excelente comportamiento y mantenemos los valores que han tenido pérdidas en nuestra cartera a la espera de que se recuperen. Sentido común probablemente equivocado (aunque no siempre, según nuestro horizonte de inversión). El problema está en que la mayoría de las veces, el inversor particular va a contra-tendencia, pues un valor que esté en un canal alcista y que no muestre signos de debilidad en su tendencia, mientras no rompa el canal alcista a la baja, no habría por qué venderlo. En cambio, es recomendable cortar las pérdidas cuanto antes, a no ser que tengamos muy clara la inversión y aprovechemos esa caída para adquirir más acciones. Este sería un gran dilema, pues en este punto se pueden elaborar distintas estrategias y no siempre sabremos cuál es la adecuada.
2. Los Fondos de Inversión o no tener en cuenta las comisiones al contratar un fondo de inversión.
Según un informe del que se hacía eco en Business Insiders, el 84% de los fondos de inversión lo hicieron mucho peor que el mercado en 2011. Si ya de por sí puede ser difícil acertar con una inversión ganadora (relativamente), acertar con un fondo de inversión que tenga en su cesta acciones ganadoras, sería doblemente difícil. Suponiendo que los gestores del fondo de inversión sean buenos, debemos tener muy claras las comisiones que pagaremos por el fondo, pues se calcula que tiene un coste de un 3% anual de media, por lo que para comenzar deben partir de una rentabilidad superior a ese 3%. Siempre hemos dicho que el mejor fondo que podemos contratar es nuestra propia diversificación en la selección de valores. Al menos nosotros decidimos cuándo vender y lo que consideramos una rentabilidad justa para salirnos del mercado.
3. Operar demasiado (Trading).
Un artículo publicado por The Journal of Finance, muestra lo que todos ya sabemos, y es que cuantas más operaciones hagas en bolsa, más probabilidad de pérdidas tendrás. El mercado no es una sala de juego, si lo tratas como un casino, la casa siempre ganará. Se suele decir que hay que seguir al mercado en este tipo de operativa, y no es cierto, pues donde podemos seguir al mercado es en las tendencias de corto plazo (y por corto plazo no hablamos de un par de horas, sino de días o al menos un día completo). El trading es efectivo en momentos muy puntuales, cuando se espera un movimiento brusco al alza o a la baja. Si haces trading diariamente, perderás con total seguridad. Si a corto plazo se te da bien, en el medio y largo plazo las pérdidas serán mucho mayores. La mayoría de los traders que dicen haber ganado mucho dinero con el trading, se encuentran en la actualidad, o bien jugando al poker o enseñando a hacer trading, bien sea con cursos, libros, etc... Eso sí, algunos de ellos continúan haciendo trading, pero esporádicamente, que es como hay que hacerlo si no quieres acabar mal económicamente.
4. Seguir a la manada.
Volvemos a nombrar este habitual y común de los errores en la inversión en bolsa. Los inversores particulares suelen comprar en máximos. Si quieres meter la compañía Apple en cartera, compra ahora que se está recomendando vender y está cayendo a la zona de 450 dólares. No esperes a que te la recomienden, pues sería señal de que ha pasado los 550 ó 600 dólares. Es un ejemplo, como ya dije, yo no compraría Apple, y mucho menos por encima de 500 dólares. Leer: Los consejos de los mejores inversores a través de algunas frases.
5. Exceso de Ego.
Tener confianza en uno mismo es una de las mejores características que una persona puede tener, pero tener exceso de confianza en la inversión en bolsa te puede llevar a la ruina, pues el mercado no eres tú y no depende de tí lo que haga un índice, una empresa o la economía global. El exceso de ego suele ser más frecuente en los hombres que en las mujeres, y eso explicaría, según un estudio, el por qué las mujeres quizás tengan menores plusvalías en la bolsa, pero del mismo modo, tienen menores "minusvalías escandalosas". Es decir, no hacen el loco en la bolsa e intentan controlar los riesgos en mayor medida que los hombres. Todo sea dicho de paso, suelen ser mucho más racionales en la gestión de capitales.
6. Los Stop Loss (Stop de pérdidas)
El uso incorrecto de Stop Loss (orden programada para cortar las pérdidas) te puede provocar precisamente muchas más pérdidas. Habrás escuchado que los grandes inversores no usan Stop de pérdidas. Tiene una explicación, y es que no tienen pensado vender pase lo que pase. Si sus acciones, estudiadas detenidamente caen, se aprovecha para comprar más.
¿Por qué no usar los Stop Loss?
Muy sencillo, y es que ¿dónde colocamos el Stop de pérdidas?. Si lo colocamos muy ceñido, alguien puede vender su paquete de acciones en una sesión y te lo podría hacer saltar. A los 2 minutos, el valor podría comenzar a subir, y es cuando podríamos decir, que no hemos cortado una pérdida, sino que hemos hecho el tonto.
Y al otro extremo tendríamos el colocarlo muy alejado, pues supongamos que colocamos un Stop de pérdidas a un 15%. Primero, no querrías comerte un 15% de pérdidas, y segundo, una vez que tienes un 15% de pérdidas, ¿no sería mejor comprar en lugar de vender?. El tema de los Stop Loss, también es muy delicado cuando se habla de la inversión a largo plazo, pues según el momento del mercado, puede ser muy aconsejable.
Después de la crisis, la SEC encargó un estudio sobre los patrones de comportamiento de los inversores, donde básicamente se muestran los errores más comunes de los inversores minoristas, particulares o individuales.
1. Vender los valores ganadores y quedarse con los perdedores.
Es de sentido común, pues recogemos las ganancias en los valores que han tenido un excelente comportamiento y mantenemos los valores que han tenido pérdidas en nuestra cartera a la espera de que se recuperen. Sentido común probablemente equivocado (aunque no siempre, según nuestro horizonte de inversión). El problema está en que la mayoría de las veces, el inversor particular va a contra-tendencia, pues un valor que esté en un canal alcista y que no muestre signos de debilidad en su tendencia, mientras no rompa el canal alcista a la baja, no habría por qué venderlo. En cambio, es recomendable cortar las pérdidas cuanto antes, a no ser que tengamos muy clara la inversión y aprovechemos esa caída para adquirir más acciones. Este sería un gran dilema, pues en este punto se pueden elaborar distintas estrategias y no siempre sabremos cuál es la adecuada.
2. Los Fondos de Inversión o no tener en cuenta las comisiones al contratar un fondo de inversión.
Según un informe del que se hacía eco en Business Insiders, el 84% de los fondos de inversión lo hicieron mucho peor que el mercado en 2011. Si ya de por sí puede ser difícil acertar con una inversión ganadora (relativamente), acertar con un fondo de inversión que tenga en su cesta acciones ganadoras, sería doblemente difícil. Suponiendo que los gestores del fondo de inversión sean buenos, debemos tener muy claras las comisiones que pagaremos por el fondo, pues se calcula que tiene un coste de un 3% anual de media, por lo que para comenzar deben partir de una rentabilidad superior a ese 3%. Siempre hemos dicho que el mejor fondo que podemos contratar es nuestra propia diversificación en la selección de valores. Al menos nosotros decidimos cuándo vender y lo que consideramos una rentabilidad justa para salirnos del mercado.
3. Operar demasiado (Trading).
Trader | Imagen: Reuters |
4. Seguir a la manada.
Volvemos a nombrar este habitual y común de los errores en la inversión en bolsa. Los inversores particulares suelen comprar en máximos. Si quieres meter la compañía Apple en cartera, compra ahora que se está recomendando vender y está cayendo a la zona de 450 dólares. No esperes a que te la recomienden, pues sería señal de que ha pasado los 550 ó 600 dólares. Es un ejemplo, como ya dije, yo no compraría Apple, y mucho menos por encima de 500 dólares. Leer: Los consejos de los mejores inversores a través de algunas frases.
5. Exceso de Ego.
Tener confianza en uno mismo es una de las mejores características que una persona puede tener, pero tener exceso de confianza en la inversión en bolsa te puede llevar a la ruina, pues el mercado no eres tú y no depende de tí lo que haga un índice, una empresa o la economía global. El exceso de ego suele ser más frecuente en los hombres que en las mujeres, y eso explicaría, según un estudio, el por qué las mujeres quizás tengan menores plusvalías en la bolsa, pero del mismo modo, tienen menores "minusvalías escandalosas". Es decir, no hacen el loco en la bolsa e intentan controlar los riesgos en mayor medida que los hombres. Todo sea dicho de paso, suelen ser mucho más racionales en la gestión de capitales.
6. Los Stop Loss (Stop de pérdidas)
El uso incorrecto de Stop Loss (orden programada para cortar las pérdidas) te puede provocar precisamente muchas más pérdidas. Habrás escuchado que los grandes inversores no usan Stop de pérdidas. Tiene una explicación, y es que no tienen pensado vender pase lo que pase. Si sus acciones, estudiadas detenidamente caen, se aprovecha para comprar más.
¿Por qué no usar los Stop Loss?
Muy sencillo, y es que ¿dónde colocamos el Stop de pérdidas?. Si lo colocamos muy ceñido, alguien puede vender su paquete de acciones en una sesión y te lo podría hacer saltar. A los 2 minutos, el valor podría comenzar a subir, y es cuando podríamos decir, que no hemos cortado una pérdida, sino que hemos hecho el tonto.
Y al otro extremo tendríamos el colocarlo muy alejado, pues supongamos que colocamos un Stop de pérdidas a un 15%. Primero, no querrías comerte un 15% de pérdidas, y segundo, una vez que tienes un 15% de pérdidas, ¿no sería mejor comprar en lugar de vender?. El tema de los Stop Loss, también es muy delicado cuando se habla de la inversión a largo plazo, pues según el momento del mercado, puede ser muy aconsejable.