Cuando tenía 16 años, un sábado por la noche tuve una experiencia poco grata. No es nada agradable que la policía te ponga contra la pared y te cacheen mientras cientos de personas observan la escena como si de una película se tratara.
Y lo más gracioso es que no había hecho nada, salvo estar con un grupo de amigos que a su vez se habían hecho amigos de otro grupo. Puesto que les pusieron a todos contra la pared, ¿por qué en mi caso iba a ser distinto? Estaba con ellos, y por tanto, era uno más de ellos.
No eran malas personas. Eran amigos fieles que siempre estaban cuando les necesitabas. El problema era que habían hecho nuevas amistades, entre ellos, un chico que se dedicaba a robar las radiocasetes de los coches en sus ratos libres, y otro que había acumulado más de 20 denuncias por agresiones antes de los 18 años.
Con este tipo de pandillas, sólo hay dos alternativas de futuro: o tú los cambias a ellos (muy poco probable), o ellos te cambian a ti (lo más probable). La tercera alternativa es que nadie cambie, en cuyo caso, tarde o temprano, acabarán metiéndote en problemas que no te has buscado, aunque en realidad, sí que te los has buscado por estar cerca de los problemas.
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Y lo más gracioso es que no había hecho nada, salvo estar con un grupo de amigos que a su vez se habían hecho amigos de otro grupo. Puesto que les pusieron a todos contra la pared, ¿por qué en mi caso iba a ser distinto? Estaba con ellos, y por tanto, era uno más de ellos.
No eran malas personas. Eran amigos fieles que siempre estaban cuando les necesitabas. El problema era que habían hecho nuevas amistades, entre ellos, un chico que se dedicaba a robar las radiocasetes de los coches en sus ratos libres, y otro que había acumulado más de 20 denuncias por agresiones antes de los 18 años.
Con este tipo de pandillas, sólo hay dos alternativas de futuro: o tú los cambias a ellos (muy poco probable), o ellos te cambian a ti (lo más probable). La tercera alternativa es que nadie cambie, en cuyo caso, tarde o temprano, acabarán metiéndote en problemas que no te has buscado, aunque en realidad, sí que te los has buscado por estar cerca de los problemas.
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