Este método no es válido para todo tipo de negocios, aunque sí que se podría adaptar. Hace algunos años mi empresa abastecía a distribuidores y ellos vendían al cliente final. El cliente entraba por la puerta y pedía presupuesto de lo que le iba a costar el producto y servicio con montaje incluido. Nos encontrábamos con que el ratio de presupuestos entregados y cierres de ventas era más bien bajo y al mismo tiempo preocupante, teniendo en cuenta que nuestro producto era mucho mejor que el de la competencia.
Por regla general, el cliente pedía presupuesto a nuestro distribuidor, y al mismo tiempo pedía presupuestos a otras empresas. Sin duda, como cliente, se aconseja hacer ésto para estudiar distintas ofertas.
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