Hasta ahora, cuando una empresa busca cubrir un puesto de trabajo, la empresa lanza una oferta de trabajo y pone a su departamento de Recursos Humanos a seleccionar curriculum, entrevistar y desechar candidatos en un proceso que incluso los departamentos de Recursos Humanos más serios han llegado a rozar la estupidez intentando ser más innovadores con
preguntas incómodas y rompecabezas copiadas de empresas como Google, JP Morgan o siguiendo un manual de supuestos expertos en psicología, con la idea de reconocer ese "candidato diamante" que con el tiempo resultaba que era un "candidato carbón".
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