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Podemos poner muchos ejemplos acerca de esto. Microsoft fue la primera compañía que diseñó la "Tablet", el actual iPad. La falta de éxito de la tablet de Microsoft no fue debido a no tener una idea, pues la idea ya estaba. Fue debido a no potenciar y trabajar en esa idea, cosa que sí hizo el legendario Steve Jobs. (Leer: Aquí está el momento exacto en que Microsoft decidió fabricar el iPad)
Segundo ejemplo: El laboratorio de investigación de Kodak inventó la primera cámara digital en 1975, pero no insistió en la idea. Irónicamente, el propio invento de Kodak casi acaba con la propia empresa, ya que su negocio se vio seriamente afectado por las cámaras digitales. (Leer: El curioso caso del fracaso de Kodak)
Tercer ejemplo: El primer ordenador personal no fue idea de Apple ni lo fabricó en primer lugar Apple. Fue inventado y desarrollado por Xerox, pero no invirtieron lo suficiente para continuar con esta idea y acabaron haciendo caso a las personas que opinaban que la gente no necesitaría un ordenador en su casa. Nuevamente Steve Jobs aparece en escena y da forma a la idea.
Es por eso que deberíamos reinventar la palabra innovación. Algunos dicen que innovar es copiar y mejorar, y probablemente sea una definición muy acertada. Ya había buscadores antes de Google y ya había redes sociales antes de Facebook, por lo que no consiste en romperse la cabeza buscando nuevas ideas de negocio, sino en observar la cantidad de ideas y productos que ya existen y que no tienen éxito y buscar la forma de mejorarlos hasta conseguir que tengan éxito.
¿Y qué se necesita para innovar?
Para innovar necesitamos una idea (existente o no), creatividad para mejorarla o adaptarla al público correcto. Creer en la idea, apoyarla y no dejar de trabajar en ella hasta que se acerque a la perfección. Una estrategia de marketing adecuada para llevarla al público adecuado, que hoy día es más sencillo y económico que nunca gracias a internet.
Si nos fijamos en estos 6 negocios innovadores que publicábamos ayer, lo cierto es que no podríamos hablar de originalidad (o puede que sí), ya que hay ideas similares en el mercado, pero por algún motivo (llamémosle creatividad) pueden parecer muy diferentes a lo existente.
Es por eso que como empresarios, cuando nos demos cuenta de que necesitamos innovar, antes de salir al exterior en la búsqueda de nuevas ideas, echa un vistazo a tu negocio actual y piensa cómo puedes mejorar lo que tienes, pues de esta forma estás innovando.
De interés para emprendedores: