Todos queremos alcanzar el éxito, pero no todas las personas están dispuestas a luchar por ello. Por suerte para muchos de nosotros, estamos "atrapados" frente al volante de nuestras propias vidas, lo que significa que realmente tenemos el dominio del acelerador, freno, giros e incluso la puerta para salir. El problema comienza cuando algunas personas se encuentran en el asiento trasero del coche mientras otra persona conduce.
Para sentarse frente al volante, debemos saber, no sólo conducir, sino saber hacia dónde queremos ir. Por lo tanto, para comenzar, deja de preguntarte qué es lo que quieres y averígualo lo antes posible. Lo cierto es que hay muchas personas que no están contentas con su vida en general, pero si les preguntamos qué necesitan para ser más felices, no tienen la respuesta, sencillamente no lo saben.
¿Cuándo fue la última vez que te sentaste e hiciste un examen de conciencia para averiguar lo que te gustaría hacer?. Hay personas que se han aislado hasta 5 días únicamente para pensar en lo que quieren hacer. si después del aislamiento, además de saber lo que quieren hacer, encima vienen con la forma en que lo van a hacer, ya sería perfecto.
En el momento que sabes lo que quieres hacer, algo debe cambiar en tí, ya que al menos tienes un objetivo definido y la esperanza para lograrlo.
Algunas personas necesitan hacer esto con otras personas que les recuerden aquello que se les da bien o un sueño pasado que dejaron en el olvido. Si en algún momento del camino la depresión es tal que crees que no sirves para nada o que lo tienes todo perdido, siempre recuerda una de las mejores formas de motivación que existen: "Entre millones de espermatozoides, tú fuiste el más rápido, el gran conquistador de la colina del Óvulo" :-)
2. Sal de la zona de confort.
No seas irresponsable, pero sé atrevido. Es normal tener miedo ante nuevas situaciones, pero el mundo sólo lo conquistan los aventureros, los arriesgados. No tengas miedo de experimentar, aprender cosas nuevas. Siempre he dicho que el éxito o el fracaso son dos factores que están ahí, y podemos encontrar cualquiera de los dos, pero hay que buscar el resultado cuanto antes. Si una vez que lo intentas fracasas, vuelves al punto de partida pero con una experiencia más.
3. Metas progresivas y alcanzables.
En un artículo de Aida Baida Gil, en el que nos daba los pasos para alcanzar tus objetivos, se hacía referencia a este punto. Gran parte de los fracasos viene por la desmotivación producida al ponernos unas metas demasiado grandes y muy cortas en tiempo.
Es decir, ¿qué quieres ser, el Presidente de España?. Está claro que sería un ejemplo de meta que no podríamos alcanzar en 1 año. Esa es la meta final. El objetivo primero debe ser afiliarse a un partido y ser alcalde de una localidad, luego de la ciudad y con el tiempo, puedes llegar a ser el Presidente de España, con la ventaja de que para ser Presidente de España, ni siquiera es necesario que llegaras antes que el resto de espermatozoides.
4. Ahora toma las riendas de tu vida y trabaja para lograr tus objetivos.
Una vez sabemos lo que queremos hacer, lo que tenemos que hacer y hemos definido exactamente la meta que queremos alcanzar, ya sólo nos falta una última cosa, que es ponerse manos a la obra y hacer todo lo posible por conseguirlo, aunque insisto en la importancia de que disfrutes del proceso. Al final, todos somos responsables en la creación de nuestra propia felicidad, pero a muchas personas les falta confianza para acabar de creérselo.
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