¿Qué mejor para conocer los errores que debemos evitar en una entrevista de trabajo que preguntarle a los propios entrevistadores lo que ellos consideran que no hacen bien los candidatos?. Negocios1000 ha consultado a 10 seleccionadores de personal en activo para que nos digan desde la sinceridad y la honestidad cuáles son los motivos que ven en los candidatos para rechazarlos. Debido a la extrema honestidad, sus nombres permanecerán en el anonimato.
Hacemos una ligera observación en el hecho de que no hay una regla común cuando se les pide sinceridad, por lo que algunos dan más importancia a algunas cosas mientras para otros pueden ser detalles más banales. Es decir: El resultado de la entrevista variará en función del entrevistador.
1. Descuidar la carta de presentación.
8 de de los 10 entrevistadores coinciden en la importancia de una buena carta de presentación, pues entre cientos de currículum, la carta de presentación puede ser una excelente forma de ganar más atención y sobresalir por encima de otros candidatos. La carta de presentación debe no debe ser mecanizada, sino enfocada a la empresa en cuestión. Debes hacer una carta de presentación única para cada empresa. Es algo que no todo el mundo aprovecha, y hoy por hoy, los entrevistadores le dan mucha importancia. "Son muchos los currículum que recibimos de forma online que no traen carta de presentación, y en ocasiones no nos detenemos a abrir el curriculum de esa persona. Queremos saber algo de ella antes de dedicar más tiempo, sobre todo cuando tenemos cientos o miles de candidatos"
2. La imagen.
Casualmente, los reclutadores de más edad (entre 40-55 años) no están muy habituados a pendientes en la oreja de los candidatos o peinados con forma de cresta. "Creemos que la imagen de una persona debe mostrar seguridad y confianza, y no me inspira demasiada confianza una persona que necesita decorarse o ir a la moda actual. Una de las empresas para las que trabajo, aún es muy conservadora, y por tanto no admitirían en un puesto de ejecutivo a una persona cuya imagen no se corresponda con la de sus antiguos directivos. Que nos llamen anticuados, pero es política de empresa"
3. Los nervios.
"Entendemos que una persona pueda estar nerviosa en una entrevista de trabajo, pero hay personas que muestran tantos nervios que nos da mucho que pensar. Nos genera desconfianza una persona que no es capaz de controlar esos nervios, ya que pensamos no podría soportar el estrés que produce un puesto de mando. Buscamos gente capaz de soportar la presión, pues en tiempos difíciles, la presión está a la orden del día"
4. Exceso de Ego.
"Entendemos que la confianza en uno mismo es muy importante, pero algunos deben saber que el mejor en su puesto o en su cargo ya ha pasado 100 veces esta semana por aquí. Quizás sea uno de los errores más frecuentes que notamos en los candidatos desde que llegó la crisis, y es que ante la necesidad de un puesto de trabajo, muchos engordan al máximo sus habilidades, conocimientos y todos dicen ser los mejores. Hay otras formas de demostrarnos que una persona es apta para el puesto, pero nunca tan directamente. Además, jamás hay que emplear algo que se podría interpretar como alardes de grandeza."
5. Hablar mal de su antigua empresa o ex-jefes.
"Aunque suene a tópico es algo que se sigue dando hoy día en las entrevistas de trabajo. Entiendo que muchas personas estén descontentas con la antigua gestión de sus jefes, y probablemente recibieran un trato injusto en la empresa, pero cuando se critica a tu antigua empresa, nosotros únicamente pensamos que mañana los criticados podríamos ser nosotros mismos, por lo que sigue sin estar bien visto."
6. Dudar ante preguntas muy concretas o no saber qué responder.
No pretendemos que una persona traiga la entrevista de trabajo preparada desde casa, únicamente queremos que nos digan la verdad, y lo cierto es que ante preguntas tan sencillas como: ¿Qué has hecho en estos últimos 6 meses que estás sin trabajo?. Solemos encontrar pausas demasiado pensativas, lo que significa que está buscando adornar una respuesta para convencernos, o lo que es igual, mentirnos. En otras ocasiones al preguntar el cargo que ocupaba en la empresa X obtenemos una respuesta que no es la que aparece en el curriculum.
7. Hablar demasiado.
No buscamos respuestas monosilábicas, pero a algunos candidatos cuesta trabajo "cortarlos". En otras ocasiones se producen desvíos en la conversación que no conducen a ningún sitio. En pocas palabras, no saben cuándo dejar hablar ni reconocen el lenguaje corporal del entrevistador para deducir que nos está cansando. Esta situación interpretamos que es un síntoma del nerviosismo del candidato.
8. ¿Tienen tanto en cuenta el lenguaje corporal como se dice?
A la hora de preguntarles si realmente analizan el lenguaje corporal de los candidatos, coinciden en que no tan minuciosamente hasta el punto de observar la dilatación de las pupilas ante una pregunta (bromeaba), pero sí los gestos más comunes, como la forma de sentarse, el movimiento de las manos a la hora de hablar o el grado de atención del candidato. 4 de ellos aseguran que siguen dándole importancia al apretón de manos, y más hoy día que todo el mundo sabe que hay que estrechar la mano con fuerza, firmeza y seguridad. (Leer: 7 técnicas de lenguaje corporal).
9. ¿Los errores más escandalosos que han presenciado en los candidatos?
Tras enumerarles algunos de los errores más escandalosos en una entrevista de trabajo que publicamos hace tiempo, reconocen que el único que han presenciado con bastante frecuencia es que el candidato vaya acompañado a la entrevista. "He llegado a ver cómo para la entrevista en un puesto de mando, el candidato venía acompañado de su madre, y sólo una vez he visto cómo en mitad de un a entrevista, ha llamado a la puerta la mujer del candidato para preguntar si nos faltaba mucho, ya que tenía el coche aparcado en doble fila. Por lo demás, no viene gente en vaqueros y camiseta, ni comiendo ni masticando chicle, aunque sí que hemos encontrado chicles pegados bajo la silla de la sala de espera.
10. Hechos aislados.
Reconocen 3 de estos 10 entrevistadores que una persona puede ser como quiera ser en su tiempo libre, pero el estar en la sala de espera y ver ciertas miradas a algunas de las trabajadoras de la empresa, puede ser motivo de descarte inmediato. "En varias ocasiones, después de entrevistar a un candidato y pasarlo al siguiente nivel, le hemos visto intentando ligar con la secretaria e invitándola a tomar algo. De inmediato se ha descartado, ya que la empresa no es una discoteca, no se viene (al menos en principio) con esas intenciones."
Y estos serían aquellas cosas en las que más se fijan los seleccionadores entrevistados para descartar candidatos, aunque reconocen que en ocasiones se dejan llevar por buenas vibraciones en algunos candidatos, ya que parte de su trabajo es la intuición y la sensación que tienen cuando se sientan frente al candidato. Insisten en la carta de presentación y un curriculum claro, conciso y detallado, y por favor, no intentar mentir, ya que hoy día se cazan muy rápido las mentiras.
Con respecto a si realmente buscan a los candidatos en las redes sociales, reconocen que así es, pero del mismo modo coinciden en que a no ser que observen algo demasiado gordo en un perfil, por regla general no es nada decisivo cómo sea un candidato en redes sociales. "Sí que apreciamos alguien que sepa ocultar de la red social ciertas fotos en las que pudiera aparecer en situaciones cuya imagen no beneficia a la empresa que lo contrata, aunque para los puestos de ejecutivos, rara vez vemos algo en los perfiles que nos haga descartar a un candidato."
Hacemos una ligera observación en el hecho de que no hay una regla común cuando se les pide sinceridad, por lo que algunos dan más importancia a algunas cosas mientras para otros pueden ser detalles más banales. Es decir: El resultado de la entrevista variará en función del entrevistador.
1. Descuidar la carta de presentación.
8 de de los 10 entrevistadores coinciden en la importancia de una buena carta de presentación, pues entre cientos de currículum, la carta de presentación puede ser una excelente forma de ganar más atención y sobresalir por encima de otros candidatos. La carta de presentación debe no debe ser mecanizada, sino enfocada a la empresa en cuestión. Debes hacer una carta de presentación única para cada empresa. Es algo que no todo el mundo aprovecha, y hoy por hoy, los entrevistadores le dan mucha importancia. "Son muchos los currículum que recibimos de forma online que no traen carta de presentación, y en ocasiones no nos detenemos a abrir el curriculum de esa persona. Queremos saber algo de ella antes de dedicar más tiempo, sobre todo cuando tenemos cientos o miles de candidatos"
2. La imagen.
Casualmente, los reclutadores de más edad (entre 40-55 años) no están muy habituados a pendientes en la oreja de los candidatos o peinados con forma de cresta. "Creemos que la imagen de una persona debe mostrar seguridad y confianza, y no me inspira demasiada confianza una persona que necesita decorarse o ir a la moda actual. Una de las empresas para las que trabajo, aún es muy conservadora, y por tanto no admitirían en un puesto de ejecutivo a una persona cuya imagen no se corresponda con la de sus antiguos directivos. Que nos llamen anticuados, pero es política de empresa"
3. Los nervios.
"Entendemos que una persona pueda estar nerviosa en una entrevista de trabajo, pero hay personas que muestran tantos nervios que nos da mucho que pensar. Nos genera desconfianza una persona que no es capaz de controlar esos nervios, ya que pensamos no podría soportar el estrés que produce un puesto de mando. Buscamos gente capaz de soportar la presión, pues en tiempos difíciles, la presión está a la orden del día"
4. Exceso de Ego.
"Entendemos que la confianza en uno mismo es muy importante, pero algunos deben saber que el mejor en su puesto o en su cargo ya ha pasado 100 veces esta semana por aquí. Quizás sea uno de los errores más frecuentes que notamos en los candidatos desde que llegó la crisis, y es que ante la necesidad de un puesto de trabajo, muchos engordan al máximo sus habilidades, conocimientos y todos dicen ser los mejores. Hay otras formas de demostrarnos que una persona es apta para el puesto, pero nunca tan directamente. Además, jamás hay que emplear algo que se podría interpretar como alardes de grandeza."
5. Hablar mal de su antigua empresa o ex-jefes.
"Aunque suene a tópico es algo que se sigue dando hoy día en las entrevistas de trabajo. Entiendo que muchas personas estén descontentas con la antigua gestión de sus jefes, y probablemente recibieran un trato injusto en la empresa, pero cuando se critica a tu antigua empresa, nosotros únicamente pensamos que mañana los criticados podríamos ser nosotros mismos, por lo que sigue sin estar bien visto."
6. Dudar ante preguntas muy concretas o no saber qué responder.
No pretendemos que una persona traiga la entrevista de trabajo preparada desde casa, únicamente queremos que nos digan la verdad, y lo cierto es que ante preguntas tan sencillas como: ¿Qué has hecho en estos últimos 6 meses que estás sin trabajo?. Solemos encontrar pausas demasiado pensativas, lo que significa que está buscando adornar una respuesta para convencernos, o lo que es igual, mentirnos. En otras ocasiones al preguntar el cargo que ocupaba en la empresa X obtenemos una respuesta que no es la que aparece en el curriculum.
7. Hablar demasiado.
No buscamos respuestas monosilábicas, pero a algunos candidatos cuesta trabajo "cortarlos". En otras ocasiones se producen desvíos en la conversación que no conducen a ningún sitio. En pocas palabras, no saben cuándo dejar hablar ni reconocen el lenguaje corporal del entrevistador para deducir que nos está cansando. Esta situación interpretamos que es un síntoma del nerviosismo del candidato.
8. ¿Tienen tanto en cuenta el lenguaje corporal como se dice?
A la hora de preguntarles si realmente analizan el lenguaje corporal de los candidatos, coinciden en que no tan minuciosamente hasta el punto de observar la dilatación de las pupilas ante una pregunta (bromeaba), pero sí los gestos más comunes, como la forma de sentarse, el movimiento de las manos a la hora de hablar o el grado de atención del candidato. 4 de ellos aseguran que siguen dándole importancia al apretón de manos, y más hoy día que todo el mundo sabe que hay que estrechar la mano con fuerza, firmeza y seguridad. (Leer: 7 técnicas de lenguaje corporal).
9. ¿Los errores más escandalosos que han presenciado en los candidatos?
Tras enumerarles algunos de los errores más escandalosos en una entrevista de trabajo que publicamos hace tiempo, reconocen que el único que han presenciado con bastante frecuencia es que el candidato vaya acompañado a la entrevista. "He llegado a ver cómo para la entrevista en un puesto de mando, el candidato venía acompañado de su madre, y sólo una vez he visto cómo en mitad de un a entrevista, ha llamado a la puerta la mujer del candidato para preguntar si nos faltaba mucho, ya que tenía el coche aparcado en doble fila. Por lo demás, no viene gente en vaqueros y camiseta, ni comiendo ni masticando chicle, aunque sí que hemos encontrado chicles pegados bajo la silla de la sala de espera.
10. Hechos aislados.
Reconocen 3 de estos 10 entrevistadores que una persona puede ser como quiera ser en su tiempo libre, pero el estar en la sala de espera y ver ciertas miradas a algunas de las trabajadoras de la empresa, puede ser motivo de descarte inmediato. "En varias ocasiones, después de entrevistar a un candidato y pasarlo al siguiente nivel, le hemos visto intentando ligar con la secretaria e invitándola a tomar algo. De inmediato se ha descartado, ya que la empresa no es una discoteca, no se viene (al menos en principio) con esas intenciones."
Y estos serían aquellas cosas en las que más se fijan los seleccionadores entrevistados para descartar candidatos, aunque reconocen que en ocasiones se dejan llevar por buenas vibraciones en algunos candidatos, ya que parte de su trabajo es la intuición y la sensación que tienen cuando se sientan frente al candidato. Insisten en la carta de presentación y un curriculum claro, conciso y detallado, y por favor, no intentar mentir, ya que hoy día se cazan muy rápido las mentiras.
Con respecto a si realmente buscan a los candidatos en las redes sociales, reconocen que así es, pero del mismo modo coinciden en que a no ser que observen algo demasiado gordo en un perfil, por regla general no es nada decisivo cómo sea un candidato en redes sociales. "Sí que apreciamos alguien que sepa ocultar de la red social ciertas fotos en las que pudiera aparecer en situaciones cuya imagen no beneficia a la empresa que lo contrata, aunque para los puestos de ejecutivos, rara vez vemos algo en los perfiles que nos haga descartar a un candidato."