Aunque los mega-ricos siempre han tenido unos sistemas de seguridad superiores al resto, desde que estalló la crisis, las empresas dedicadas a la seguridad de este selecto club han visto aumentar considerablemente su facturación. Veamos algunos ejemplos de lo que piden los auténticos millonarios.
1. Seguridad desde el inicio.
2. El sistema de seguridad que no perdona al intruso.
Este dispositivo está comenzando a instalarse en mansiones estadounidenses. Damos por hecho que en España sería ilegal, ya que lo que vemos en la foto es un panel que dispara 15 cartuchos de escopeta cuando se activa. Si colocamos 10 paneles a lo largo de un pasillo, se dispararían 150 cartuchos. Suele instalarse escondido en el interior de las paredes e incluso debajo de un suelo de tarima flotante. Su activación debe ser manual y requiere una contraseña, Todo ello podemos hacerlo remotamente desde cualquier terminal móvil. Inconvenientes: Una vez se activa, rompe las paredes (también las mancha de rojo si el intruso está en la zona de disparo). No sabemos qué precio tiene este sistema.
3. Sistema de seguridad con gas.
Se puede colocar en una parte de la casa o podemos colocar dispositivos por toda la casa. Una vez activado, los dispositivos gasean toda la casa con un compuesto no letal, que podría ser un compuesto para dormir mezclado con spray de pimienta. Muy útil si el intruso no entra con máscara de oxígeno. El precio de este sistema de seguridad ronda los 10.000 dólares, por lo que no es necesariamente para los super-ricos.
4. Refugio contra ataques nucleares o amenazas biológicas.
Por 50.000 dólares puedes crear un refugio a 20 metros bajo tierra para protegerte de un ataque nuclear, químico o biológico, con todo lo necesario para vivir durante 3 ó 4 meses (comida, agua, oxígeno independiente, etc...). Se dice que se han construido refugios de hasta 2 millones de euros, que no dan más seguridad que el refugio básico, pero sí tendrían más comodidades.
5. Fortaleza flotante.
Los mega-yates son objetivos de piratas y terroristas, por lo que los ricos necesitan fuertes medidas de seguridad. La idea es similar de lo que hacen en sus casas. La Suite principal del barco es una fortaleza, la cual tiene una estructura independiente a prueba de balas y bombas con un sistema de comunicación independiente. Una vez ven la amenaza, únicamente deben dar la llamada de socorro y encerrarse en la habitación. Llegado el momento, desde la propia habitación pueden tomar el control del barco anulando la navegación manual. El precio de este sistema para un yate cuesta alrededor de 500.000 dólares y según los registros de la Marina de Estados Unidos, la mayoría de los mega-yates encargados, ya traen de serie la fortaleza flotante.