Esta empresa asegura que tiene un modelo de gestión horizontal, sin jerarquías, a pesar de que tiene 400 empleados en la actualidad. Su modelo está basado en lo que varios miembros de la empresa han descrito como los principios del anarco-sindicalismo. Efectivamente, la libre asociación de los trabajadores entre sí.
El anarco-sindicalismo es una teoría económica con raíces en el siglo 19 que articula una forma de gobierno en el que la auto-organización de la plantilla logran metas directamente. En esencia: el socialismo sin Gobierno centralizado además de los sindicatos.
La movilidad dentro de una empresa es fundamental, según dice uno de los trabajadores de la compañía, ya que han demostrado que un trabajador que libremente emplea su creatividad es mucho más eficiente que una persona a la que se le limita su trabajo o se le ponen restricciones.
A pesar de que muchos puedan pensar que este tipo de gestión horizontal puede dar lugar a abusos por parte de algunos, lo cierto es que estas empresas dependen en gran medida de las personas que realmente creen en las normas sociales que rigen su existencia. Es decir, según los miembros de esta empresa, la mayoría de empresas necesitan jefes porque no han contratado al personal adecuado, ya que si contratas a una persona responsable e implicada con un proyecto, sabrá lo que tiene que hacer y no necesita a alguien que se lo recuerde diariamente. "Todos tenemos una metan común, que es ser los mejores en nuestro mercado, y por ahora lo estamos consiguiendo", decía un trabajador de Valve.
Valve fue fundada en 1996 por Gabe Newell y Mike Harrington, ambos ex-trabajadores de Microsoft.
Cuanto menos, curioso el sistema de empresa y quizás algo extraño que haya conseguido tener éxito.