Se suele decir que la creatividad es algo que todos traemos de serie en nuestro cerebro, aunque el cerebro, al funcionar como un músculo, si sus partes no se ejercitan , éstas se atrofian. Es decir, todos tenemos la capacidad de ser creativos siempre y cuando desarrollemos la actitud correcta. Y esta actitud, suele salir a relucir cuando "la necesidad aprieta".
Ser creativo no es nada fácil. Requiere trabajo e imaginación para forzar los cambios o adaptarnos a ellos. Lo que es indiscutible, es que en el momento actual, tanto profesionales como empresas, deben ser creativos, o de lo contrario, hay una alta probabilidad de que desaparezcan del mapa.
Si no sabes qué hacer o qué idea de negocio podrías sacar al mercado, el primer consejo sería comenzar a ejercitar esa parte del cerebro. En primer lugar, debes comenzar a animarte y pasar a la acción. En segundo lugar, debes saber que lo más probable es que tengas más fracasos que éxitos en tus ideas.
(Ver: Cómo saber a qué dedicarse)
1. Recurre a leer cosas distintas a las habituales.
Para desarrollar la creatividad y provocar esa idea creativa, deberás comenzar a leer cosas acerca de temáticas muy distintas a lo que estás acostumbrado, relacionarte con otro tipo de personas e incluso estudiar otras culturas.
Por ejemplo, si eres un arquitecto, y únicamente lees cosas sobre arquitectura y publicaciones sobre tu gremio, rara vez descubrirás nuevas ideas fuera de tu profesión. Ahora imaginemos que comienzas a leer sobre energías renovables o comienzas a relacionarte con expertos en domótica, puede dar lugar a nuevas ideas para un nuevo tipo de arquitectura eficiente, donde la idea de la construcción sea una vivienda energéticamente autosuficiente e inteligente gracias a la domótica.
Es lo que se llama "hibridar" conceptos.
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Ser creativo no es nada fácil. Requiere trabajo e imaginación para forzar los cambios o adaptarnos a ellos. Lo que es indiscutible, es que en el momento actual, tanto profesionales como empresas, deben ser creativos, o de lo contrario, hay una alta probabilidad de que desaparezcan del mapa.
Si no sabes qué hacer o qué idea de negocio podrías sacar al mercado, el primer consejo sería comenzar a ejercitar esa parte del cerebro. En primer lugar, debes comenzar a animarte y pasar a la acción. En segundo lugar, debes saber que lo más probable es que tengas más fracasos que éxitos en tus ideas.
(Ver: Cómo saber a qué dedicarse)
1. Recurre a leer cosas distintas a las habituales.
Para desarrollar la creatividad y provocar esa idea creativa, deberás comenzar a leer cosas acerca de temáticas muy distintas a lo que estás acostumbrado, relacionarte con otro tipo de personas e incluso estudiar otras culturas.
Por ejemplo, si eres un arquitecto, y únicamente lees cosas sobre arquitectura y publicaciones sobre tu gremio, rara vez descubrirás nuevas ideas fuera de tu profesión. Ahora imaginemos que comienzas a leer sobre energías renovables o comienzas a relacionarte con expertos en domótica, puede dar lugar a nuevas ideas para un nuevo tipo de arquitectura eficiente, donde la idea de la construcción sea una vivienda energéticamente autosuficiente e inteligente gracias a la domótica.
Es lo que se llama "hibridar" conceptos.
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