El primer principio no escrito del legendario inversor Warren Buffett, comienza incluso antes de comenzar a invertir, pues para ganar dinero en la inversión en bolsa, en primer lugar, necesitas dinero. Y si quieres ganar mucho dinero, necesitarás mucho dinero.
Es por eso que antes de convertirte en un inversor, debes convertirte en una persona que genera grandes sumas de dinero. Buffett siempre tuvo hambre de éxito y riqueza, y como hemos dicho en otras ocasiones, probablemente Warren Buffett sea mejor hombre de negocios que inversor. La inversión únicamente le ha servido para multiplicar de forma consistente su dinero, haciendo uso del interés compuesto a lo largo de su carrera como inversor y empresario.
(Leer: Warren Buffett: lo que nunca hizo y lo que siempre fue)
En el libro The Snowball se recoge esa parte de su vida, donde un adolescente, que incluso en un momento dado llegó a perderse pasando por una etapa delictiva, llegó a acumular 53.000 dólares a la edad de 16 años. Él estuvo a punto de no ir a la universidad, porque consideraba que su talento para los negocios era más que suficiente. Pero finalmente su padre le convenció, y gracias a ello, pudo conocer a Benjamin Graham y aprender todo lo relacionado con la inversión inteligente.
Todo comienza con 6 años.
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Es por eso que antes de convertirte en un inversor, debes convertirte en una persona que genera grandes sumas de dinero. Buffett siempre tuvo hambre de éxito y riqueza, y como hemos dicho en otras ocasiones, probablemente Warren Buffett sea mejor hombre de negocios que inversor. La inversión únicamente le ha servido para multiplicar de forma consistente su dinero, haciendo uso del interés compuesto a lo largo de su carrera como inversor y empresario.
(Leer: Warren Buffett: lo que nunca hizo y lo que siempre fue)
En el libro The Snowball se recoge esa parte de su vida, donde un adolescente, que incluso en un momento dado llegó a perderse pasando por una etapa delictiva, llegó a acumular 53.000 dólares a la edad de 16 años. Él estuvo a punto de no ir a la universidad, porque consideraba que su talento para los negocios era más que suficiente. Pero finalmente su padre le convenció, y gracias a ello, pudo conocer a Benjamin Graham y aprender todo lo relacionado con la inversión inteligente.
Todo comienza con 6 años.
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