El carisma es lo que marca la diferencia tanto en una conferencia como en un debate. Del mismo modo, ser una persona persuasiva nos ayuda a la hora de vender (vender un producto o vendernos nosotros mismos).
Al igual que en las técnicas del lenguaje corporal, el aprender estas técnicas nos darán una competitividad en muchos campos. Diferentes estudios a lo largo del tiempo han corroborado que los líderes carismáticos suelen tener mejores resultados, además de un equipo mucho más confiado e implicado en el proyecto de su líder.
5 técnicas para ser más persuasivo.
1. La voz.
He conocido personas que cuando gritaban a sus empleados no les daba mucho miedo ni causaban respeto. He conocido a otras personas que hablando en un tono mucho más bajo y educado, causaban un enorme respeto. Un estudio muestra cómo desde 1960 hasta el año 2000 en las 8 elecciones presidenciales de Estados Unidos, ha ganado el voto popular el candidato con la voz más baja y pausada. "No es lo que se dice, sino cómo se dice", lo que genera confianza en los demás y atrae el voto a tu favor.
Habla despacio: Compara a un adolescente cabreado gritando (el cual habla deprisa, fuerte y muy nervioso) con un juez mientras dicta un veredicto (usa un tono pausado y voz baja). Observa a los políticos mientras hablan para la nación. Mientras están diciendo una frase, están pensando en la siguiente.
Haz pausas: La mayoría de las personas que generan confianza, suelen hacer pausas mientras hablan. Eso muestra que están seguros de su poder, de sus palabras, y confían en que nadie les va a interrumpir mientras hacen la pausa.
Ensaya tu respiración: Aunque nos parezca una tontería, lo primero que se le enseña a una persona que tiene que hablar para las masas es a respirar por la nariz. Inhala y exhala por la nariz, llenando el estómago. Respirar por la boca (y más con un micro delante) puede provocar sonidos que mostrarían una persona jadeante y ansiosa.
Sonríe: No hay mejor forma de mostrar calidez que una sonrisa. Aunque hablemos por teléfono, nuestro oyente sabrá si estamos sonriendo o no y por tanto dará una interpretación acerca de nosotros y nuestras palabras. Está claro que si estamos hablando de algo trágico, debemos saltarnos este consejo.
2. Pon imágenes en tus palabras.
No es sencillo conseguir esto, pero debemos ser capaces de convertir nuestras palabras en una imagen para nuestros oyentes. Es decir, nuestro oyente debe visualizar lo que le estamos trasmitiendo. Usa metáforas entendibles. Si hablas de pobreza, haz que tus oyentes se imaginen la parte más fea de la pobreza. Si estás motivando a alguien para ganar mucho dinero, haz que se imagine cargado de dinero si sigue los consejos que le estás dando y se implica en tu proyecto.
Si ponemos como ejemplo a nuestros dos últimos políticos en España, Zapatero perdió porque la gente visualizó lo que serían cuatro años más con el mismo Gobierno. Rajoy ganó porque la gente visualizó el nefasto panorama que tendríamos en España si no se le votaba, y al mismo tiempo, muchos imaginaron en las palabras de Rajoy lo que sería la España que prometió. De hecho, Rajoy empleó el truco más antiguo dentro del liderazgo en un debate, que es la metáfora. Fue la famosa "niña de Rajoy".
3. Consistencia en nuestras palabras y lenguaje corporal.
Tartamudez, largas pausas, emplear el típico "ummm" antes de comenzar una frase y un tono de voz muy volátil, generan muchísima desconfianza, así como unas manos nerviosas e inquietas. Las personas que consiguen una consistencia en sus palabras y un buen lenguaje corporal denotan seguridad en lo que dicen. Más importante aún, no aburren ni incomodan al oyente, pues al fin y al cabo, cuando alguien emplea pausas muy pronunciadas y se "atranca" en palabras, lo que hace es poner nervioso al oyente, ya que al fin y al cabo es la persona que está hablando la que está transmitiendo su nerviosismo.
Al igual que en las técnicas del lenguaje corporal, el aprender estas técnicas nos darán una competitividad en muchos campos. Diferentes estudios a lo largo del tiempo han corroborado que los líderes carismáticos suelen tener mejores resultados, además de un equipo mucho más confiado e implicado en el proyecto de su líder.
5 técnicas para ser más persuasivo.
1. La voz.
He conocido personas que cuando gritaban a sus empleados no les daba mucho miedo ni causaban respeto. He conocido a otras personas que hablando en un tono mucho más bajo y educado, causaban un enorme respeto. Un estudio muestra cómo desde 1960 hasta el año 2000 en las 8 elecciones presidenciales de Estados Unidos, ha ganado el voto popular el candidato con la voz más baja y pausada. "No es lo que se dice, sino cómo se dice", lo que genera confianza en los demás y atrae el voto a tu favor.
Habla despacio: Compara a un adolescente cabreado gritando (el cual habla deprisa, fuerte y muy nervioso) con un juez mientras dicta un veredicto (usa un tono pausado y voz baja). Observa a los políticos mientras hablan para la nación. Mientras están diciendo una frase, están pensando en la siguiente.
Haz pausas: La mayoría de las personas que generan confianza, suelen hacer pausas mientras hablan. Eso muestra que están seguros de su poder, de sus palabras, y confían en que nadie les va a interrumpir mientras hacen la pausa.
Ensaya tu respiración: Aunque nos parezca una tontería, lo primero que se le enseña a una persona que tiene que hablar para las masas es a respirar por la nariz. Inhala y exhala por la nariz, llenando el estómago. Respirar por la boca (y más con un micro delante) puede provocar sonidos que mostrarían una persona jadeante y ansiosa.
Sonríe: No hay mejor forma de mostrar calidez que una sonrisa. Aunque hablemos por teléfono, nuestro oyente sabrá si estamos sonriendo o no y por tanto dará una interpretación acerca de nosotros y nuestras palabras. Está claro que si estamos hablando de algo trágico, debemos saltarnos este consejo.
2. Pon imágenes en tus palabras.
No es sencillo conseguir esto, pero debemos ser capaces de convertir nuestras palabras en una imagen para nuestros oyentes. Es decir, nuestro oyente debe visualizar lo que le estamos trasmitiendo. Usa metáforas entendibles. Si hablas de pobreza, haz que tus oyentes se imaginen la parte más fea de la pobreza. Si estás motivando a alguien para ganar mucho dinero, haz que se imagine cargado de dinero si sigue los consejos que le estás dando y se implica en tu proyecto.
Si ponemos como ejemplo a nuestros dos últimos políticos en España, Zapatero perdió porque la gente visualizó lo que serían cuatro años más con el mismo Gobierno. Rajoy ganó porque la gente visualizó el nefasto panorama que tendríamos en España si no se le votaba, y al mismo tiempo, muchos imaginaron en las palabras de Rajoy lo que sería la España que prometió. De hecho, Rajoy empleó el truco más antiguo dentro del liderazgo en un debate, que es la metáfora. Fue la famosa "niña de Rajoy".
3. Consistencia en nuestras palabras y lenguaje corporal.
Tartamudez, largas pausas, emplear el típico "ummm" antes de comenzar una frase y un tono de voz muy volátil, generan muchísima desconfianza, así como unas manos nerviosas e inquietas. Las personas que consiguen una consistencia en sus palabras y un buen lenguaje corporal denotan seguridad en lo que dicen. Más importante aún, no aburren ni incomodan al oyente, pues al fin y al cabo, cuando alguien emplea pausas muy pronunciadas y se "atranca" en palabras, lo que hace es poner nervioso al oyente, ya que al fin y al cabo es la persona que está hablando la que está transmitiendo su nerviosismo.
Si presentas un proyecto, una venta o un plan de negocio y consigues no cometer ninguno de estos errores, no dejarás dudas de que eres una persona que está muy segura de lo que está diciendo. Otra cosa es que lleves razón o no.
4. Cuidado con las nuevas tecnologías.
En la era de internet, podemos vernos en un debate de cualquier tipo o podemos meter la pata en un simple correo electrónico, ya que en la escritura no hay entonaciones y nuestro mensaje puede ser malinterpretado, sacado de contexto o tergiversado. Algunas bromas podrían no ser interpretadas como una broma, y las frases irónicas podrían sentar mal.
Cuidado con entrar en un debate en las redes sociales con los "oyentes" o lectores, ya que debido a estos puntos: "mala explicación-mala interpretación", lo que comienza como un simple debate constructivo puede acabar en un gallinero de indignaciones y enfados.
5. Conviértete en un buen narrador.
Podemos seguir todos estos consejos, pero si no hemos aprendido a ser buenos narradores, será igualmente difícil. El buen narrador debe ser capaz de contar una historia aburrida, paso por paso, y hacerla atractiva para los oyentes. Y lo más importante, que los oyentes no se pierdan. Nuevamente podemos usar las metáforas si pensamos que de esa forma les va a ser más fácil entender la historia que queremos contar.
Si nuestro público es variado y general (no es un gremio concreto), más vale usar un lenguaje muy sencillo que un lenguaje técnico, ya que el lenguaje técnico únicamente lo entienden las personas más técnicas y cultas, y en cambio, el lenguaje sencillo que va dirigido, por poner un ejemplo, a personas sin estudios, el mensaje lo entienden las personas sin estudios y además, se lo damos masticado a los más técnicos.
Si volvemos a los políticos, su truco es diferente, ya que consiste en emplear el lenguaje más técnico y ambiguo, donde una persona sin cultura interpretará probablemente una verdad diferente o menos dura. Muchas personas tienen muy claro a quién van a votar pase lo que pase. El secreto de los políticos es la manipulación de aquellas personas que son "manipulables".
Diferentes estudios han dicho que los presidentes más carismáticos y persuasivos a lo largo de la historia han sido Franklin D. Roosevelt y John F. Kennedy.
PD: Si pongo como ejemplo a los políticos a la hora de hablar de persuasión y carisma, es por la sencilla razón de que al igual que en el lenguaje corporal, han sido perfectamente entrenados y "domados" por los mejores profesionales en este aspecto.