Cuando eres el dueño de tu propia empresa, puedes vestir como quieras, pues vas a tener éxito o fracasar en función de tus talentos y habilidades empresariales. No obstante, incluso como propietario de una empresa, a la hora de hacer negocios, la gente se llevará una imagen sobre tu empresa en función de tu apariencia física. Pero eso ya es otra historia.
En esta historia que Jeff Haden ha publicado en su perfil de Linkedin probablemente encontraríamos la respuesta a una pregunta: "¿A la hora de ser contratado o ascendido en una empresa, importan más mis habilidades y lo que soy, o importa más lo que parezco?".
En esta historia que Jeff Haden ha publicado en su perfil de Linkedin probablemente encontraríamos la respuesta a una pregunta: "¿A la hora de ser contratado o ascendido en una empresa, importan más mis habilidades y lo que soy, o importa más lo que parezco?".
En un mundo perfecto, importaría más lo que eres, pero en el mundo real, que no es perfecto, importa más lo que pareces ser.
Continuar leyendo...