La estrategia global hasta ahora, para generar una confianza entre las principales economías del mundo, ha sido mantener a flote los bancos y hacer fuertes reestructuraciones de deuda. Gracias a estas medidas se ha conseguido evitar una debacle económica, una depresión global. La pregunta ahora sería si los bancos centrales (no los Gobiernos) han llegado al límite de lo que pueden hacer para ayudar. Según el Washingtonpost.com, para 3 de los 4 bancos centrales que han participado en estas inyecciones de capital,
sus economías locales continuarán en recesión. Los datos del jueves mostraron que la producción en Europa cayó más bruscamente de lo que se esperaban los analistas, con un PIB de la zona euro de 17 naciones mostrando un descenso del 0,6% en los últimos tres meses de 2012, comparado con el período anterior.
El crecimiento en el Reino Unido fue de un 0%, mientras que la economía de Japón se contrajo un 0,4% a finales de año.
"Por tanto, si los Gobiernos no pueden endeudarse para generar políticas reales de crecimiento y se continúan con las políticas de reestructuración (recortes y austeridad), mientras los bancos, que serían las empresas privadas que recibieron un dinero público para reactivar la economía y por ahora no está siendo empleado con tal fin, pues parte de este dinero se está destinando a la compra de deuda pública (Yo te rescato y tú me compras deuda), la economía seguirá sin crecer."
Más despidos en todo el mundo, incluido Wall Street.
No hace falta que hablemos en este caso de España, pues ya sabemos que se esperan despidos masivos para este año en muchas grandes empresas, sobre todo del sector bancario. Aunque Wall Street está al rojo vivo en este tema.
La mayoría de las empresas que cotizan en las bolsas de todo el mundo (salvo excepciones) deberán agilizar sus plantillas para generar beneficios a los accionistas. Es decir, deberán recortar puestos de trabajo para obtener más beneficios.
Quizás, quien más fácil lo tenga sea el sector bancario, ya que con las nuevas tecnologías y las creaciones de sucursales online, este sector se lo puede permitir, aunque serán empresas de todos los sectores los que intentarán hacer más con menos hasta que la economía permita crecer.
El problema de estas peligrosas medidas es que si todas las empresas se dedican a hacer lo mismo (despedir gente) se entrará en una dinámica de destrucción de empleo y destrucción económica.
Si a alguien no se le ocurre algo mejor que una guerra de divisas y más inyecciones de capital que no llegan al consumidor, queridos amigos, la recesión está muy lejos de acabar y muy cerca de continuar empeorando para la economía familiar.