Son varios los estudios que se han llevado a cabo sobre las consecuencias que la falta de dinero y pobreza pueden tener en el cerebro. La pobreza es como cualquier otro círculo vicioso que hay que romper, pues es de esos círculos en los que si no hacemos nada al respecto, no suele terminar nunca, y además, tiende a empeorar. Digamos que es como una enfermedad crónica a la que si no damos tratamiento, puede acabar siendo terminal.
Aunque no recuerdo quién fue el psicólogo que realizó este estudio, sí que recuerdo que fue en el año 1995, donde se cogieron a varias personas que habían pertenecido a la clase social media-alta, y que tras diferentes reveses económicos lo habían perdido prácticamente todo, quedado endeudados.
El estudio recogía cómo tras un tiempo sin poder salir de esta situación, estas personas que habían pasado de semi-ricos a pobres habían reducido su capacidad cognitiva hasta límites insospechados, e incluso fue como si su cociente intelectual hubiera caído drásticamente.
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Aunque no recuerdo quién fue el psicólogo que realizó este estudio, sí que recuerdo que fue en el año 1995, donde se cogieron a varias personas que habían pertenecido a la clase social media-alta, y que tras diferentes reveses económicos lo habían perdido prácticamente todo, quedado endeudados.
El estudio recogía cómo tras un tiempo sin poder salir de esta situación, estas personas que habían pasado de semi-ricos a pobres habían reducido su capacidad cognitiva hasta límites insospechados, e incluso fue como si su cociente intelectual hubiera caído drásticamente.
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