Los 2 trabajos que vamos a nombrar, probablemente sean de los peores vistos e incluso de los más duros y sacrificados. Hablamos evidentemente del trabajo de camero y el trabajo de comercial (vendedor) a puerta fría.
Normalmente escucho que a estos trabajos recurren aquellas personas que no saben hacer otra cosa, y eso es algo con lo que siempre he discrepado profundamente, pues para mi forma de verlo, precisamente estas 2 profesiones son aquellas para las que casi nadie está preparado, y que yo recomendaría a cualquier persona para que adquieran algunos conocimientos que jamás aprenderán en un curso o universidad.
Del mismo modo que tener un piano en casa no te convierte en pianista y tener un hijo no te convierte en un buen padre, como el hecho de que te den un diploma de masajista, en ocasiones te da las mismas habilidades para el masaje que podría tener un leñador, veamos qué nos pueden ofrecer estas dos profesiones en las que he tenido la suerte de trabajar y aprender.
El trabajo de camarero.
He estado mucho tiempo detrás de una barra, y en los meses de verano incluso más de 12 horas al día, y todo ello antes de la mayoría de edad. En mi pueblo era legal trabajar con 14 años :-)
Solía decir un viejo sabio que si quieres aprender a conocer a las personas y la psicología humana en profundidad, no vayas a la facultad de psicología; ponte detrás de una barra. Y qué razón tenía aquel viejo sabio, pues si estás atento a las personas, llega un momento en que el camarero sabe, nada más ver entrar a una persona o grupo de personas, si van a armar follón, si no te van a pagar e incluso puedes jugar a adivinar cuánto tiempo llevan juntos una pareja que ves por primera vez, únicamente por la forma que tienen de comportarse entre sí. Y todo ello con un margen mínimo de error.
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Normalmente escucho que a estos trabajos recurren aquellas personas que no saben hacer otra cosa, y eso es algo con lo que siempre he discrepado profundamente, pues para mi forma de verlo, precisamente estas 2 profesiones son aquellas para las que casi nadie está preparado, y que yo recomendaría a cualquier persona para que adquieran algunos conocimientos que jamás aprenderán en un curso o universidad.
Del mismo modo que tener un piano en casa no te convierte en pianista y tener un hijo no te convierte en un buen padre, como el hecho de que te den un diploma de masajista, en ocasiones te da las mismas habilidades para el masaje que podría tener un leñador, veamos qué nos pueden ofrecer estas dos profesiones en las que he tenido la suerte de trabajar y aprender.
El trabajo de camarero.
He estado mucho tiempo detrás de una barra, y en los meses de verano incluso más de 12 horas al día, y todo ello antes de la mayoría de edad. En mi pueblo era legal trabajar con 14 años :-)
Solía decir un viejo sabio que si quieres aprender a conocer a las personas y la psicología humana en profundidad, no vayas a la facultad de psicología; ponte detrás de una barra. Y qué razón tenía aquel viejo sabio, pues si estás atento a las personas, llega un momento en que el camarero sabe, nada más ver entrar a una persona o grupo de personas, si van a armar follón, si no te van a pagar e incluso puedes jugar a adivinar cuánto tiempo llevan juntos una pareja que ves por primera vez, únicamente por la forma que tienen de comportarse entre sí. Y todo ello con un margen mínimo de error.
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