La mayoría de las empresas (grandes y pequeñas) han llegado a quedarse atascadas en algún momento dado a lo largo de su trayectoria. Quizás se hayan desenfocado o no hayan sabido enfocar su producto a un determinado colectivo. En otras ocasiones, sencillamente son los clientes los que por algún motivo se han olvidado de esa empresa. Es evidente que algo no se ha hecho bien.
Cuando ocurre ésto, el negocio sólo puede hacer dos cosas: "cambiar o morir". Un alto porcentaje de emprendedores eligen cambiar, pero si no saben cómo hacerlo, del mismo modo morirán.
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Cuando ocurre ésto, el negocio sólo puede hacer dos cosas: "cambiar o morir". Un alto porcentaje de emprendedores eligen cambiar, pero si no saben cómo hacerlo, del mismo modo morirán.
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