En tan sólo 1 año, Eike Batista ha pasado de ser el séptimo hombre más rico del mundo a perder 2 millones de dólares al día y ver perdidas totales de 30.000 millones en su patrimonio. En la actualidad está luchando por su supervivencia frente a una situación que nunca se imaginó que le podría ocurrir.
Está claro que estamos hablando a un nivel de empresario superior, lo cual indica que nadie está a salvo de la quiebra por mucho que hayas subido. Es cierto que este empresario ha podido pecar de arrogante en muchos momentos, pero también es cierto que este empresario, según muchos de los brasileños, ha trabajado con una mentalidad capitalista de las antiguas, pensando que el verdadero capitalista no es aquel que más gana, sino aquel que más puestos de trabajo genera. Aunque Batista nunca se ha escondido de que su principal sueño era ser el hombre más rico del mundo y desbancar a Carlos Slim de su trono.
Su fortuna proviene del Holding EBX, un grupo de 6 empresas principales que abarcan prácticamente la totalidad de los recursos naturales y logística de Brasil. Los 10.000 primeros millones de pérdidas, según la CNBC, se le podrían atribuir a la desaceleración de los países emergentes.
Según la carta que ha escrito a Valor International, Batista cree que cometió un grave error en la forma de financiar sus empresas. Se arrepiente de haber acudido a los mercados financieros (cotizar en bolsa):
Batista comenta que él es un empresario muy patriota, y por tanto, sus inversiones son patrióticas.
Batista está comenzando a ser demandado por diferentes abogados de inversores que auguran que la quiebra de OGX ya es inminente, y esas demandas están intentando impedir que el empresario brasileño siga vendiendo activos de la empresa, mientras están comenzando a sonar algunas palabras como "estafador" cuando se refieren a Batista.
El empresario, en su carta explica que hace sólo 2 años, la empresa OGX tenía un valor de 30.000 millones, y que en ella ha invertido más de 1.000 millones de su propio bolsillo, afirmando que de haber querido engañar a los inversores, podría haberse embolsado 5.000 millones y tener el control aún de OGX, lo cual no hubiera sido un engaño, sino un derecho legítimo como empresario. Dice a los inversores que el inversor que más ha perdido ha sido él mismo, como debe ser en estos casos.
Ante las críticas que le tachan de estafador, Batista responde con unas emotivas y motivantes palabras:
Está claro que estamos hablando a un nivel de empresario superior, lo cual indica que nadie está a salvo de la quiebra por mucho que hayas subido. Es cierto que este empresario ha podido pecar de arrogante en muchos momentos, pero también es cierto que este empresario, según muchos de los brasileños, ha trabajado con una mentalidad capitalista de las antiguas, pensando que el verdadero capitalista no es aquel que más gana, sino aquel que más puestos de trabajo genera. Aunque Batista nunca se ha escondido de que su principal sueño era ser el hombre más rico del mundo y desbancar a Carlos Slim de su trono.
Su fortuna proviene del Holding EBX, un grupo de 6 empresas principales que abarcan prácticamente la totalidad de los recursos naturales y logística de Brasil. Los 10.000 primeros millones de pérdidas, según la CNBC, se le podrían atribuir a la desaceleración de los países emergentes.
Según la carta que ha escrito a Valor International, Batista cree que cometió un grave error en la forma de financiar sus empresas. Se arrepiente de haber acudido a los mercados financieros (cotizar en bolsa):
"Si pudiera volver atrás, no acudiría a la bolsa de valores para captar financiación. Tendría empresas de capital privado estructurado y las desarrollaría durante más de 10 años como mínimo cada una de estas empresas. Todas serían empresas privadas hasta que estuviera seguro de que llegó el momento de hacerlas públicas."
Batista comenta que él es un empresario muy patriota, y por tanto, sus inversiones son patrióticas.
"Mientras he estado creando mi propia fortuna, también he estado importando riqueza a Brasil"
Batista está comenzando a ser demandado por diferentes abogados de inversores que auguran que la quiebra de OGX ya es inminente, y esas demandas están intentando impedir que el empresario brasileño siga vendiendo activos de la empresa, mientras están comenzando a sonar algunas palabras como "estafador" cuando se refieren a Batista.
El empresario, en su carta explica que hace sólo 2 años, la empresa OGX tenía un valor de 30.000 millones, y que en ella ha invertido más de 1.000 millones de su propio bolsillo, afirmando que de haber querido engañar a los inversores, podría haberse embolsado 5.000 millones y tener el control aún de OGX, lo cual no hubiera sido un engaño, sino un derecho legítimo como empresario. Dice a los inversores que el inversor que más ha perdido ha sido él mismo, como debe ser en estos casos.
Ante las críticas que le tachan de estafador, Batista responde con unas emotivas y motivantes palabras:
"Me convertí en un empresario en 1980 cuando me aventuré en las minas de oro en el Amazonas, con ambientes hostiles, enormes dificultades en el trasporte y brotes de malaria que me obligaban a sustituir las plantillas de trabajadores afectados de un día para otro. Incluso llegué a cuestionarme mi camino hacia el éxito dadas todas las adversidades que me surgieron. Pero finalmente, con perseverancia me convertí en el dueño de aquella mina y adquirí otras muchas. En última instancia, trasladé todo mi negocio a Brasil.
Nunca se ha hablado tanto de mí como en los últimos meses, que ocupo portadas de Blogs, periódicos y revistas. Tengo 57 años, y creedme, aún me queda mucha energía y tengo muchos proyectos en mi cabeza. Amo a mi país, creo en lo que hago y me alimento de la capacidad de soñar y lograr nuevas metas. Llevo la mentalidad empresarial en la sangre, en mi ADN, por lo que es mi fuente inagotable de energía y vida. Así que aún no está todo perdido y volveré a ganarme nuevamente la confianza de los inversores"Y ojalá sea así.