Aunque todavía no existe un estudio científico oficial, el agotamiento por el trabajo es el mayor desafío para el sistema de salud mundial y se espera que los síntomas relacionados con el estrés empeoren a medida que el trabajo se vuelva más global y competitivo.
Cuando una persona comienza a estar quemada con su trabajo, por diferentes motivos como podrían ser el exceso de horas extra, las cuales pueden llegar a ser contraproducentes dando lugar a una disminución de la productividad y el estrés crónico, bien sea por las condiciones laborales, el ambiente en el trabajo, etc... es cuestión de comenzar a plantearse ciertas cosas, tanto como empresa o trabajador. Si experimentas cualquiera de estos síntomas, es posible que te dirijas hacia el agotamiento laboral y deberíamos reconsiderar nuestro equilibrio entre trabajo y vida, aún sabiendo que con la crisis, la cosa no está para abandonar puestos de trabajo.
1. Te cuesta trabajo concentrarte.
El agotamiento físico y mental crónico puede conducir a diversos problemas cognitivos, siendo el más frecuente la incapacidad para concentrarse, mantener la atención o recordar cosas.
David Ballard, de la Asociación Americana de Psicología dice que nuestro cerebro sólo está diseñado para manejar el estrés en períodos cortos, por lo que cuando el estrés está presente continuamente es cuando podemos desarrollar el estrés crónico, siendo el estrés uno de los mayores males que ataca a la población.
2. Sientes que siempre hay mucho más que hacer.
A pesar de que dedicas al trabajo más horas de las que deberías, tienes la sensación de que deberías trabajar aún más. Según un estudio de la Universidad de Zaragoza, las personas que padecen este síntoma suelen ser tipos frenéticos demasiado involucrados y ambiciosos que sacrifican su vida personal y su salud para sus puestos de trabajo, sobre todo cuando están luchando por un ascenso. Si el ascenso tarda en llegar o finalmente no ven recompensa a su sacrificio, la persona podría sufrir algunos trastornos mentales.
(Leer: 10 señales de que podrías ser un psicópata, o cualquiera de la empresa)
3. Sentimiento de culpabilidad.
Estás trabajando constantemente, pero no obtienes los resultados que deseas, quizás debido a que tienes un exceso de trabajo o un trabajo demasiado pesado. Esto te hace sentir culpable y acabas trabajando aún más. Entras en el círculo vicioso donde cada vez dedicarás más tiempo al trabajo, pero tus horas dedicadas cada vez serán menos productivas.
4. Estás física y emocionalmente agotado todo el tiempo.
El estrés puede agotarnos en todos los sentidos. Nuestra vitalidad puede desaparecer dando paso al cansancio constante. Con el tiempo, el estrés crónico puede conducir a otros problemas de salud, como problemas digestivos, enfermedades del corazón, depresión....
5. Tu estado de ánimo cambia frecuentemente.
El agotamiento físico y mental puede conducirnos al agotamiento emocional y la pérdida del sentido del humor. Sencillamente, estamos mal, y eso hace que nuestro carácter cada vez sea más "explosivo" con nuestros seres queridos y al mismo tiempo más dóciles en la empresa. En el caso de los líderes, cuando están agotados mentalmente, pueden pagarlo con su equipo de trabajo, desarrollando lo que en Granada denominamos como "malafollá" :-)
6. Aislamiento social.
Cuando una persona está quemada, suele aislarse de las relaciones sociales. Cada vez tendrá más necesidad de quedarse en casa y no hacer las cosas que hasta ahora hacía con su grupo de amigos. Si a esto le añadimos el agotamiento físico y mental que incrementa nuestras horas de cama o sofá aún sin poder conciliar el sueño.... !!Ojo con este punto!!, pues estarías subiendo el primer escalón hacia la depresión. Sal rápidamente de ahí.
7. Empeora tu salud.
Edwin R. Shirley, profesor de psiquiatría en la Universidad Case Western Reserve, dice que cuando no tienes la energía o el interés para hacer frente a tu día de trabajo, debido al cansancio, agotamiento mental o estrés crónico, el sistema inmunitario comienza a verse dañado, dando paso a las enfermedades. El cansancio hará que cada vez sean más los días que llegas tarde al trabajo debido a "una mala noche" y al mismo tiempo aumentarán las llamadas a la empresa para decir que estás enfermo o posponer las cosas en el trabajo.
8. No puedes dormir.
A pesar del cansancio y el agotamiento, cuando llega la hora, no puedes conciliar el sueño. El insomnio suele aparecer cuando nuestra cabeza está cargada de preocupaciones, y por tanto, la falta de sueño cada vez nos conducirá a un peor estado de salud.
9. Bebes cada vez más.
En ocasiones, la bebida aparece como una forma de evadirse del estrés o los problemas en el trabajo, por lo que cada vez beberemos más y cada vez los problemas serán mayores. Así comienzan los peores problemas de adicción. Recuerda un viejo dicho: "Si bebes para olvidar las penas, te puedes convertir en un penoso borracho".
10. Estás quemado.
Creo que todos sabemos cuando algo no va bien. No nos sentimos llenos, nos sentimos deprimidos y ya hemos reconocido muchos puntos de los que hemos expuesto arriba. Simplemente, hazte dos preguntas:
Cuando una persona comienza a estar quemada con su trabajo, por diferentes motivos como podrían ser el exceso de horas extra, las cuales pueden llegar a ser contraproducentes dando lugar a una disminución de la productividad y el estrés crónico, bien sea por las condiciones laborales, el ambiente en el trabajo, etc... es cuestión de comenzar a plantearse ciertas cosas, tanto como empresa o trabajador. Si experimentas cualquiera de estos síntomas, es posible que te dirijas hacia el agotamiento laboral y deberíamos reconsiderar nuestro equilibrio entre trabajo y vida, aún sabiendo que con la crisis, la cosa no está para abandonar puestos de trabajo.
1. Te cuesta trabajo concentrarte.
El agotamiento físico y mental crónico puede conducir a diversos problemas cognitivos, siendo el más frecuente la incapacidad para concentrarse, mantener la atención o recordar cosas.
David Ballard, de la Asociación Americana de Psicología dice que nuestro cerebro sólo está diseñado para manejar el estrés en períodos cortos, por lo que cuando el estrés está presente continuamente es cuando podemos desarrollar el estrés crónico, siendo el estrés uno de los mayores males que ataca a la población.
2. Sientes que siempre hay mucho más que hacer.
A pesar de que dedicas al trabajo más horas de las que deberías, tienes la sensación de que deberías trabajar aún más. Según un estudio de la Universidad de Zaragoza, las personas que padecen este síntoma suelen ser tipos frenéticos demasiado involucrados y ambiciosos que sacrifican su vida personal y su salud para sus puestos de trabajo, sobre todo cuando están luchando por un ascenso. Si el ascenso tarda en llegar o finalmente no ven recompensa a su sacrificio, la persona podría sufrir algunos trastornos mentales.
(Leer: 10 señales de que podrías ser un psicópata, o cualquiera de la empresa)
3. Sentimiento de culpabilidad.
Estás trabajando constantemente, pero no obtienes los resultados que deseas, quizás debido a que tienes un exceso de trabajo o un trabajo demasiado pesado. Esto te hace sentir culpable y acabas trabajando aún más. Entras en el círculo vicioso donde cada vez dedicarás más tiempo al trabajo, pero tus horas dedicadas cada vez serán menos productivas.
4. Estás física y emocionalmente agotado todo el tiempo.
El estrés puede agotarnos en todos los sentidos. Nuestra vitalidad puede desaparecer dando paso al cansancio constante. Con el tiempo, el estrés crónico puede conducir a otros problemas de salud, como problemas digestivos, enfermedades del corazón, depresión....
5. Tu estado de ánimo cambia frecuentemente.
El agotamiento físico y mental puede conducirnos al agotamiento emocional y la pérdida del sentido del humor. Sencillamente, estamos mal, y eso hace que nuestro carácter cada vez sea más "explosivo" con nuestros seres queridos y al mismo tiempo más dóciles en la empresa. En el caso de los líderes, cuando están agotados mentalmente, pueden pagarlo con su equipo de trabajo, desarrollando lo que en Granada denominamos como "malafollá" :-)
6. Aislamiento social.
Cuando una persona está quemada, suele aislarse de las relaciones sociales. Cada vez tendrá más necesidad de quedarse en casa y no hacer las cosas que hasta ahora hacía con su grupo de amigos. Si a esto le añadimos el agotamiento físico y mental que incrementa nuestras horas de cama o sofá aún sin poder conciliar el sueño.... !!Ojo con este punto!!, pues estarías subiendo el primer escalón hacia la depresión. Sal rápidamente de ahí.
7. Empeora tu salud.
Edwin R. Shirley, profesor de psiquiatría en la Universidad Case Western Reserve, dice que cuando no tienes la energía o el interés para hacer frente a tu día de trabajo, debido al cansancio, agotamiento mental o estrés crónico, el sistema inmunitario comienza a verse dañado, dando paso a las enfermedades. El cansancio hará que cada vez sean más los días que llegas tarde al trabajo debido a "una mala noche" y al mismo tiempo aumentarán las llamadas a la empresa para decir que estás enfermo o posponer las cosas en el trabajo.
8. No puedes dormir.
A pesar del cansancio y el agotamiento, cuando llega la hora, no puedes conciliar el sueño. El insomnio suele aparecer cuando nuestra cabeza está cargada de preocupaciones, y por tanto, la falta de sueño cada vez nos conducirá a un peor estado de salud.
9. Bebes cada vez más.
En ocasiones, la bebida aparece como una forma de evadirse del estrés o los problemas en el trabajo, por lo que cada vez beberemos más y cada vez los problemas serán mayores. Así comienzan los peores problemas de adicción. Recuerda un viejo dicho: "Si bebes para olvidar las penas, te puedes convertir en un penoso borracho".
10. Estás quemado.
Creo que todos sabemos cuando algo no va bien. No nos sentimos llenos, nos sentimos deprimidos y ya hemos reconocido muchos puntos de los que hemos expuesto arriba. Simplemente, hazte dos preguntas:
- ¿Estoy quemado?- La respuesta es sencilla, Sí ó No, claro que partiendo de que el 90% de la población (no hay estudio oficial) no está contento con la vida que lleva, hazte una segunda pregunta.
- Si cambio de trabajo de trabajo, ¿dejaría de estar quemado?. Partiendo de que hoy día tener un trabajo es una bendición a la que hay que agarrarse con fuerza, lo cierto es que cuando nos estamos jugando nuestra salud por el trabajo, hay que analizar lo que deberíamos hacer para sentirnos más llenos.
En ocasiones, las empresas deberían ser más conscientes en la salud laboral que ofrecen a su plantilla de trabajadores. El término productividad, creo que no se está empleando correctamente en las empresas, pues productividad no es que con menos trabajadores trabajando más horas, tu empresa vaya a ir mejor. Puede que así ocurra en el corto plazo, pero a largo plazo estamos mermando nuestra competitividad empresarial.
Teniendo en cuenta que la salud como empresa depende de la salud de nuestros trabajadores, en una compañía donde todo el mundo está quemado, de no cambiar sus políticas y luchar por tener una plantilla motivada, no tardará en caer.