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Foto: Good Morning América |
Los enfermos de cáncer podrían ser las próximas víctimas de la crisis en prácticamente todo el mundo, pero muy particularmente en Estados Unidos, España, Grecia e Italia. Esta situación ya se ha comenzado a dar en Estados Unidos, donde ante la falta de un medicamento que componía el cóctel de quimioterapia, los médicos aconsejaron a las familias el usar un sustituto, que teóricamente era igual, pero en la práctica, ha provocado un aumento de recaídas en los pacientes que recibieron los nuevos fármacos.
Los médicos del
Hospital de Investigación Infantil St. Jude, en Memphis, Tennessee, atribuyen este incremento de recaídas a la escasez de
mecloretamina, también conocido como
mostaza nitrogenada. La mayoría de estos pacientes eran niños y adolescentes en tratamiento por
Linfoma de Hodgkin, uno de los tipos de cáncer con mayor tasa de curaciones. No ha llegado a morir ningún paciente, pero el doctor
Michael Link, oncólogo pediátrico de la
Universidad de Stanford, asegura que incluso una vez estén curados, al someterlos a un tratamiento mucho más intensivo que podrían haber evitado, los pacientes estarán condenados a una mayor probabilidad de sufrir consecuencias a largo plazo, así como infertilidad y cánceres secundarios.
Los familiares de estos pacientes aseguran que en todo momento pusieron su fe en los médicos que les dijeron que el tratamiento sería el mismo, y es que incluso puede que los propios médicos así lo pensaran y no llegaran a saber el daño que iban a causar, pues son muchos los niños que se han sometido su cuerpo a un daño extra para curar un tipo de cáncer que hasta ahora se había curado con los medicamentos que actualmente están escaseando.
Las razones de la escasez de estos medicamentos no están muy claras. Es probable que sea una combinación de diversos factores, tales como fabricación limitada, tiempo de producción o sencillamente que estos medicamentos no sean rentables para las farmacéuticas. Estas son las versiones oficiales, así que no descartaremos que la verdadera razón es que los principales clientes de estas empresas (Gobiernos y Hospitales) se encuentren recortando en los medicamentos que consideran son más caros y que se pueden sustituir por otros más baratos.
En algunos hospitales de España ya se está comenzando a denunciar que se están privando a algunos pacientes de tratamientos que han demostrado ser efectivos, pero son caros. Del mismo modo se podrían comenzar a sustituir medicamentos que frenan algunos de los síntomas secundarios derivados del tratamiento, o al menos dejar de recetarlo, debiendo buscar el propio paciente tal medicamento por su cuenta, con el añadido problema de que el paciente no sabría si le están cambiando algún "ingrediente" por su bien, o sencillamente por el bien de las arcas públicas.
Teniendo en cuenta que en España el cáncer ha crecido a un ritmo similar al de el desempleo y que se calcula que unos pocos años, 1 de cada 3 muertes serán por cáncer, recortar en este tipo de tratamientos es algo preocupante, ya que es una condena de sufrimiento mayor a un enfermo de cáncer, así como en algunos casos, y muy a nuestra desgracia, ese tipo de recorte llevará a una persona a abandonar la vida. Es lo que llamo un "Homicidio derivado de las consecuencias de la crisis y malas gestiones políticas". Otros lo llaman ajustes.