Erin McKenna, creadora de BabyCakes |
Se dice que con la crisis, las ventas de dulces y pasteles han disminuido, aunque quizás no sea tanto debido a la crisis, sino también por el cuidado de la salud. Del mismo modo, están creciendo el número de personas que son alérgicas a algunos alimentos o condimentos, incluidas aquellas personas que son alérgicas al gluten o intolerables a la lactosa. Claro que enfocarse expresamente a este mercado podría no ser un negocio rentable. Es cuestión de enfocar el negocio de la forma correcta para abarcar a todo tipo de consumidores. Hablamos del caso de BabyCakes, cuya dueña llegó a dominar el mercado del "sin gluten" en varias ciudades de Estados Unidos.
En 2005, Erin McKenna se quedaba sin trabajo. Únicamente tenía 3 recetas de bizcochos vegetarianos heredadas de su abuela. No tenía dinero ni conocimientos en los negocios, pero tuvo la idea de alquilar un local en el East Side de Manhattan para vender sus BabyCakes.
Sus productos más vendidos son bizcochos sin gluten y libres de trigo, donuts, galletas y otros muchos productos horneados para adaptarlos a personas con cualquier tipo de alergia a los alimentos.
Se encontró con la sorpresa de que sus productos eran vendidos no sólo para personas que tenían problemas de alergia o diabetes, sino que los compraban personas sin ningún tipo de problemas, sabiendo que podían consumirlos y evitar futuros problemas en su salud.
Desde que McKenna inauguró su primera tienda en 2005, BabyCakes se ha convertido en un elemento básico para los amantes de la magdalena, gourmets vegetarianos y algunas celebridades de Nueva York. La tienda no tardó en vender más de 500 magdalenas diarias, ya que los consumidores aseguran que el sabor es exactamente el mismo que el resto de magdalenas (incluso mejor) con la ventaja de que no estás ingiriendo azúcar, gluten ni otros aditivos que se encuentran en los productos de otros establecimientos.
Al poco tiempo, el éxito de sus productos fue tal que acabó abriendo otra tienda en Los Angeles y una tercera en Disney World.
Comenta McKenna que no fue fácil abrir el primer negocio sin saber nada de negocios, pero que tampoco fue fácil pasar de ser un pequeño negocio a expandirse a otras ciudades, aunque "te vas acostumbrando y aprendiendo sobre la marcha".
Además, McKenna no sólo fue la emprendedora y la "chef" dentro del negocio, sino que sacó una fuerza creativa que incluso ella misma desconocía que tenía. Ella misma diseñó los uniformes para darles un aspecto de época a las panaderías.
Tenemos también los primeros casos de éxito en España con las chucherías sin gluten y azúcar, por lo que este mercado cada vez tiene más demanda, debido a que la gente cada vez es más consciente que aún no siendo diabético ni celíaco, el azúcar y el gluten, hay que mantenerlo a raya. Restaurantes y cafeterías están aportando algo de valor añadido a sus negocios, incluyendo en sus productos o menús, alimentos libres de gluten o azúcar.