Es cierto que un gran segmento de la sociedad sigue presionando a las personas en este sentido, pues el coche que una persona conduce podría verse como una "carta de presentación", como un símbolo que refleja con precisión el nivel de éxito financiero de esa persona o lo que esa persona ha logrado en la vida.
Las personas inteligentes saben que eso no es así. Al menos no en la mayoría de los casos. Desde un punto de vista financiero, el coche es la peor inversión que puedes hacer en la vida, pues es el activo más devaluable que existe, un activo cuyo precio a futuro siempre tiende a cero.
El precio de la etiqueta de un vehículo no es un indicador fiable del éxito financiero en absoluto. Y los ejemplos los podemos ver por todas partes.
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Las personas inteligentes saben que eso no es así. Al menos no en la mayoría de los casos. Desde un punto de vista financiero, el coche es la peor inversión que puedes hacer en la vida, pues es el activo más devaluable que existe, un activo cuyo precio a futuro siempre tiende a cero.
El precio de la etiqueta de un vehículo no es un indicador fiable del éxito financiero en absoluto. Y los ejemplos los podemos ver por todas partes.
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