Algunas cosas requieren su tiempo. Es cierto. Pero también es cierto que podemos minimizar ese tiempo para lograr nuestro objetivo. Para ello, vamos a usar la historia de Benjamin Hardy, un joven que está cursando Psicología Industrial y que ya ha logrado lo que otros decían que tardaría en lograr.
Y de paso, recordamos lo que otras tantas veces decimos: en cuanto sabes exactamente lo que quieres, es mucho más fácil llegar.
Contaba Hardy que hace unos 6 meses consiguió convertirse en escritor profesional, pues hasta entonces, él había escrito un libro electrónico, pero quería hacerlo de la forma tradicional, a pesar de que no era conocido ni tenía aún huella en internet.
En cuanto supo lo que quería hacer, se puso en contacto con las personas que mejor le podían asesorar: los agentes literarios. Tras hablar con 10 agentes diferentes, todos ellos le rechazaron, pues según cuenta, para ser considerado por los editores, a los nuevos escritores ya se les pide que tengan al menos una plataforma donde se les conozca: una web, un blog. En definitiva, y puede que totalmente comprensible, las editoras quieren asegurarse que al menos, el nuevo escritor ya cuente con lectores para asegurarse de que al menos unos pocos comprarán el libro.
Hardy, optimista, les dijo que acababa de comenzar con su espacio Benjaminhardy.com y que su objetivo era tener 5.000 suscriptores para finales de 2015. Un editor le dijo que partiendo de cero no sería posible, pues las cosas requieren su tiempo. "No serás capaz de de conseguir alguien interesado en publicarte un libro hasta dentro de al menos 3 ó 5 años", le dijeron desde la editora.
Hardy recuerda que mientras le colgaban el teléfono, pensaba: "¿No será posible... para quién...?"
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