Ahora aparece en todos los medios, debido a que inaugura su tercera empresa, un negocio de venta de caramelos. Henry se ha ocupado del plan del plan de negocio , él mismo ha diseñado su propio logo, y con la ayuda de su padre, ejecutivo publicitario de profesión, ha creado su propia estrategia de marketing. Es ese niño de la foto, el cual, con tan sólo 9 añitos viste de traje y corbata. Su seguridad es tal que ya está pensando incluso en dirigir su propia película. Sin duda, es algo admirable, sobre todo para aquellos que se lo crean, ya que personalmente consideramos esta historia un ataque al intelecto de los padres que no tienen niños tan "inteligentes".
De hecho, mi sobrina, que tiene 3 años, tuvo ideas de negocio durante la lactancia materna, pero tras hacer un exhaustivo estudio de mercado, reconoció que el mercado de los chupetes ya estaba demasiado saturado, por lo que con el dinero procedente de los ahorros de toda su vida dedicada al duro trabajo, prefirió invertirlo en acciones, y no le ha ido mal. Ahora mismo está analizando gráficos de compañías. Le gusta Coca-Cola, como a su inversor preferido, Warren Buffett. A este paso... quién sabe, lo mismo cuando tenga 5 años la convertimos en la Directora Financiera.
Y ahora hablando en serio... una cosa es fomentar el carácter o espíritu emprendedor de un niño, y otra muy distinta es hacerle creer a un niño que es un gran empresario cuando realmente no ha montado ninguna empresa, o lo que es peor, que es intentar hacérselo creer a los demás. Es más, es evidente que no se puede crear una empresa con 9 años, ni mucho menos vender por Ebay, donde las condiciones dicen claramente que debes ser mayor de edad.
Lo que sí hay tras algunas de estas historias, es una excelente estrategia de marketing, aunque por desgracia, la estrategia de marketing de esta historia es idea del padre, el cual ha conseguido hacer famoso a su hijo, y de paso, una publicidad gratuita del negocio de las chuches que padre e hijo han creado.
Hay una gran diferencia entre otro niño de 9 años que nombramos en Negocios1000, el pequeño Caine, el cual montó un parque de atracciones infantil con cajas de cartón, recaudando finalmente más de 80.000 dólares. Si vemos la idea de Caine, tiene el sello de un niño de 9 años. Si vemos el negocio de Henry, tiene el sello del padre por todos sitios.
Nuestro mensaje: Hace tiempo dábamos 10 consejos para crear hijos emprendedores, siendo uno de ellos el abrirle la mente a nuestro hijo para que éste tenga ideas de negocio o fomentar la autoconfianza entre otros. Pero hay una enorme diferencia en prepararlo para que el día de mañana tenga aptitudes emprendedoras a intentar convertirlo en un empresario con 7 años. Si tu hijo aún no ha montado ninguna empresa y prefiere jugar con sus amigos, puedes estar muy tranquil@, pues es lo normal.