Todos creemos que tomamos decisiones en base a un pensamiento totalmente razonable y lógico, pero durante los últimos años, con la unión de los diferentes estudios de los investigadores del comportamiento, queda demostrado que nuestra forma de pensar es completamente defectuosa, y que rara vez somos capaces de tomar decisiones lógicas y razonadas.
A menudo, somos víctimas de nuestros propios errores de procesamiento de información que recibe nuestro cerebro, como ya vimos en nuestro artículo "10 hallazgos en psicología que explican por qué tomamos malas decisiones".
Esos errores mentales son nuestra debilidad, aunque al mismo tiempo, son lo que hacen que podamos ser perfectamente manipulados por la gente que se dedica a explotarlos.
Existen cientos de sesgos, aunque vamos a ver algunos de los que se nos presentan con una mayor frecuencia en nuestras vidas, y que básicamente nos vienen a decir que "somos más tontos de lo que pensamos, a pesar de creernos inteligentes".
1. El sesgo de la supervivencia.
Si echamos un vistazo a los medios de comunicación populares y todo tipo de blogs (incluido Negocios1000.com) que aconsejan sobre las pautas y hábitos que debemos seguir para tener éxito, encontraremos titulares como "las 10 cosas que hacen las personas de éxito", "el mejor consejo que recibió Richard Branson para tener éxito en los negocios", o "lo que desayunan las personas de éxito".
El sesgo de supervivencia se refiere a nuestra tendencia de centrarnos en los "ganadores" en un área en particular. El problema es que ignoramos a los "perdedores" que en estos momentos están siguiendo esas mismas pautas y hábitos.
Es decir, nadie se centra en las miles de personas que nunca llegaron a tener éxito, y únicamente escuchamos a las personas que han sobrevivido. Por ende, sobrevaloramos las estrategias tácticas de los supervivientes, ignorando que muchas de esas estrategias son las que emplearon las personas que fracasaron. ¿Nos da miedo llamarlo suerte? llamémosle estadística, pues no hay hueco para 1.000 emprendedores que luchan por ser líderes en un mismo mercado, de la misma forma que no hay hueco para 1.000 aspirantes a una sola vacante para un puesto de trabajo determinado. Y ese puesto de trabajo, no siempre lo logra el mejor preparado para desempeñar esa función.
Es por eso que tanto si recibimos el consejo de Tim Ferris: "una empresa es sólo una fuente de ingresos. Ten una empresa, pero busca la forma de no gestionar la empresa y dedica todo tu tiempo a bailar, practicar artes marciales y tocarte las pelotas con las dos manos", así como si elegimos el consejo de Michael Bloomberg: "Trabaja más que los demás, y no vayas ni al baño, porque mientras estás en el baño, otro estará luchando por ocupar tu lugar", veríamos claramente cómo 2 consejos totalmente contradictorios entre sí, funcionan.
Ambas estrategias son incongruentes; ambas estrategias son excelentes, porque funcionan. Son las que han empleado miles de personas que han fracasado; son las que han empleado miles de personas que han tenido éxito.
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A menudo, somos víctimas de nuestros propios errores de procesamiento de información que recibe nuestro cerebro, como ya vimos en nuestro artículo "10 hallazgos en psicología que explican por qué tomamos malas decisiones".
Esos errores mentales son nuestra debilidad, aunque al mismo tiempo, son lo que hacen que podamos ser perfectamente manipulados por la gente que se dedica a explotarlos.
Existen cientos de sesgos, aunque vamos a ver algunos de los que se nos presentan con una mayor frecuencia en nuestras vidas, y que básicamente nos vienen a decir que "somos más tontos de lo que pensamos, a pesar de creernos inteligentes".
1. El sesgo de la supervivencia.
Si echamos un vistazo a los medios de comunicación populares y todo tipo de blogs (incluido Negocios1000.com) que aconsejan sobre las pautas y hábitos que debemos seguir para tener éxito, encontraremos titulares como "las 10 cosas que hacen las personas de éxito", "el mejor consejo que recibió Richard Branson para tener éxito en los negocios", o "lo que desayunan las personas de éxito".
El sesgo de supervivencia se refiere a nuestra tendencia de centrarnos en los "ganadores" en un área en particular. El problema es que ignoramos a los "perdedores" que en estos momentos están siguiendo esas mismas pautas y hábitos.
Es decir, nadie se centra en las miles de personas que nunca llegaron a tener éxito, y únicamente escuchamos a las personas que han sobrevivido. Por ende, sobrevaloramos las estrategias tácticas de los supervivientes, ignorando que muchas de esas estrategias son las que emplearon las personas que fracasaron. ¿Nos da miedo llamarlo suerte? llamémosle estadística, pues no hay hueco para 1.000 emprendedores que luchan por ser líderes en un mismo mercado, de la misma forma que no hay hueco para 1.000 aspirantes a una sola vacante para un puesto de trabajo determinado. Y ese puesto de trabajo, no siempre lo logra el mejor preparado para desempeñar esa función.
Es por eso que tanto si recibimos el consejo de Tim Ferris: "una empresa es sólo una fuente de ingresos. Ten una empresa, pero busca la forma de no gestionar la empresa y dedica todo tu tiempo a bailar, practicar artes marciales y tocarte las pelotas con las dos manos", así como si elegimos el consejo de Michael Bloomberg: "Trabaja más que los demás, y no vayas ni al baño, porque mientras estás en el baño, otro estará luchando por ocupar tu lugar", veríamos claramente cómo 2 consejos totalmente contradictorios entre sí, funcionan.
Ambas estrategias son incongruentes; ambas estrategias son excelentes, porque funcionan. Son las que han empleado miles de personas que han fracasado; son las que han empleado miles de personas que han tenido éxito.
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