Hace un tiempo leía un pasaje de la vida de uno de los lectores de Marc Chernoff, co-administrador del blog Marcandangel.com, y los que me inspiraron en la historia de cómo una secuencia de fracasos de te pueden conducir al éxito (recomendable lectura).
En ese pasaje, este lector le contaba a Marc cómo en una etapa de su vida, se encontró con que había perdido el trabajo a causa de una lesión en la espalda. Desahuciados de su apartamento y con una hija de 5 años, tuvo que irse a vivir a casa de sus suegros, quedando atrapado en una trágica espiral auto-destructiva durante mucho tiempo.
Había perdido el positivismo y las fuerzas para luchar por algo. Pero un día, mientras estaba sentado en el porche sintiendo lástima de sí mismo, como otros tantos días, recibió una llamada de un amigo. Su amigo, llorando, le dijo: "Mi hija acaba de morir en un accidente de tráfico".
Reconoce que en ese momento cambió su visión sobre la vida y su situación personal. Sentía la pérdida de la hija de su amigo y el dolor que éste estaba sintiendo. Pero inevitablemente también se sintió afortunado, pues por muy mal que él estuviera, su hija seguía viva.
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En ese pasaje, este lector le contaba a Marc cómo en una etapa de su vida, se encontró con que había perdido el trabajo a causa de una lesión en la espalda. Desahuciados de su apartamento y con una hija de 5 años, tuvo que irse a vivir a casa de sus suegros, quedando atrapado en una trágica espiral auto-destructiva durante mucho tiempo.
Había perdido el positivismo y las fuerzas para luchar por algo. Pero un día, mientras estaba sentado en el porche sintiendo lástima de sí mismo, como otros tantos días, recibió una llamada de un amigo. Su amigo, llorando, le dijo: "Mi hija acaba de morir en un accidente de tráfico".
Reconoce que en ese momento cambió su visión sobre la vida y su situación personal. Sentía la pérdida de la hija de su amigo y el dolor que éste estaba sintiendo. Pero inevitablemente también se sintió afortunado, pues por muy mal que él estuviera, su hija seguía viva.
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